Francia implanta una semana laboral de cuatro días para padres divorciados
El nuevo plan, que estará a prueba este año, beneficia a los padres con hijos menores y custodia compartida alterna
Los padres divorciados que comparten la custodia podrán trabajar cuatro días a la semana cuando sus hijos estén con ellos según un plan que se pondrá a prueba este año en Francia.
A partir de septiembre, en ciertos ministerios gubernamentales, los funcionarios que tienen residencia alterna pasarán a tener cuatro días en las semanas en que los niños estén en sus hogares, explicó el primer ministro francés Gabriel Attal.
Attal, de 35 años, que introdujo el sistema en el Ministerio de Finanzas cuando era ministro de Presupuesto hace dos años, quiere ampliar la práctica a toda la fuerza laboral como parte de una campaña para mejorar la calidad de vida laboral en Francia.
Aún no se ha decidido si se reducirá el total de horas de trabajo o si el personal compensará sus semanas sin custodia para obtener el mismo promedio mensual basado en la semana estándar francesa de 35 horas. Se debe instar a los sindicatos y a los empleadores a negociar los futuros acuerdos sobre la semana de cuatro días.
Se espera que los padres prefieran los miércoles libres porque la mayoría de las escuelas primarias y secundarias no tienen clases los miércoles por la tarde.
Después de dos décadas de campañas para fomentar la custodia compartida y reducir las familias monoparentales, casi medio millón de niños en Francia viajan, generalmente semanalmente, entre los hogares de ambos padres. Actualmente representan el 12% de los hijos de padres separados. Una cuarta parte de los menores de 18 años en Francia tienen padres separados.
Un proyecto de ley ante el Parlamento pretende cambiar la ley para que la custodia compartida alterna sea la norma para los tribunales que tramitan el divorcio. El proyecto de ley, presentado por Élisabeth Doineau, miembro del Senado francés y del bloque centrista del presidente Macron, cuenta con la oposición de grupos feministas.
La semana máxima de 35 horas , introducida por un Gobierno socialista en el año 2000, ha permitido a algunas empresas y empleadores del sector público establecer jornadas laborales de cuatro días que ahora disfrutan unas 10.000 personas.
Son comunes cuatro turnos de ocho horas y media en lugar de cinco turnos de siete horas. El sistema de transporte del área de París, RATP, acaba de introducir una semana de prueba de cuatro días y 35 horas para algunos empleados, incluidos el personal de la estación, los conductores y los gerentes, pero no los conductores.
Bélgica, país pionero
Los estados nórdicos han ampliado los acuerdos de cuatro días y en 2022 Bélgica se convirtió en el primer estado de la UE en implementar una semana legal de cuatro días, lo que permite a los empleados mantener el mismo salario durante el mismo tiempo de trabajo total.
Francia destacó el éxito de una gran prueba de cuatro días en Reino Unido en la que participaron 61 empresas y que se llevó a cabo durante seis meses en 2022. Una prueba francesa de cuatro días a la semana, llevada a cabo el año pasado entre el personal de la seguridad social en Picardía, terminó con padres quejándose de que Las jornadas diarias más largas les impedían llevar y traer a los niños de la escuela.
El plan de cuatro días para padres separados, que el primer ministro describió al periódico económico La Tribune, ha sido bien recibido en general, aunque ha suscitado dudas. Algunos expertos sugirieron que sería difícil para las empresas más pequeñas y que tendría que extenderse a todos los padres de niños pequeños.
Églantine Tancray, directora de Taylor River, una empresa de contratación de París, dijo al canal de noticias BFM-TV: “Si se crea una diferencia entre los empleados sobre si son padres o no, se crea la posibilidad de discriminación”.