De jugar en el
Mallorca, a convertirse en una de las grandes estrellas del
Paris Saint-Germain. El surcoreano
Lee Kang-In, que llegó el pasado verano al
Parque de los Príncipes procedente del Mallorca a cambio de 22 millones (récord histórico para el club balear), no solo es un futbolista importante para
Luis Enrique, sino que se ha convertido en todo un reclamo para el club parisino. Sin ser
Messi -Leo solo hay uno- ni
Neymar -otro que mantiene intacto su caché en el márketing pese a ser ya casi un ex jugador- el centrocampista asiático ha conseguido cubrir en parte la fuga de ventas que provocaron la marcha del crack argentino y el brasileño.
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