Afiches de José Alberto Hernández
El principal referente en la creación de afiches en la actualidad.
La creación visual de José Alberto Hernández oscila entre la esfera del arte contemporáneo, con la serie fotográfica e instalativa como principal medio, y la esfera del diseño gráfico, donde cubre un espectro diverso de áreas y formatos, en calidad de diseñador independiente, especializado e interesado en el sector artístico y cultural nacional. A veces ambas facetas se yuxtaponen y a veces se fusionan por completo, como en su vertiente como cartelista, que le ha hecho merecedor de gran reconocimiento nacional e internacional. Esta exposición reúne 40 afiches o carteles del artista —casi todos realizados en la última década— con el objetivo de divulgar precisamente esta veta.
En Costa Rica, José Alberto es, sin más, el principal referente en la creación de afiches en la actualidad, con una sólida trayectoria de ya casi dos décadas. Ha diseñado carteles para publicitar exhibiciones de arte, conciertos, conferencias, creaciones cinematográficas, espectáculos de danza y teatro, etc., para clientes como el Centro Cultural de España en Costa Rica y la Fundación Ars TEOR/éTica, entre otros, según se puede observar en la muestra.
En el panorama mundial, desde el 2010 sus carteles suelen ser parte de las selecciones, exposiciones y publicaciones más autorizadas y significativas como la Bienal Internacional del Cartel en México, la Bienal Iberoamericana de Diseño de Madrid y la revista Experimenta, dedicada exclusivamente al diseño. También es conocido en las órbitas del cartelismo en Ecuador, Brasil, Francia, Polonia, Hungría, Eslovaquia, Ucrania y los Estados Unidos, por mencionar algunos otros lugares.
Mundo tangible
Por lo general se trata de selecciones de entre miles de creaciones, ya que el afiche se ha adaptado a las épocas y continúa vigente, tanto en el mundo tangible de los impresos, como en el de la virtualidad digital. Varios de estos carteles exhibidos recientemente en el extranjero son, igualmente, parte de esta exposición.
En los últimos años, Hernández también se ha interesado en explorar las posibilidades del cartel social como medio de expresión artística. Así, en varios de sus afiches alza la voz para transmitir reflexiones personales relacionadas con diversas problemáticas sociales y políticas mundiales. En ellos no existe la intermediación de un cliente. Entre los afiches expuestos hay algunos de este tipo y, aunque puede ser difícil diferenciarlos, por lo general tienden al uso mínimo de elementos y recursos, hasta incluso dejar de lado, en ocasiones, el uso de cualquier texto.
Si se mira en conjunto, el diseño de carteles de José Alberto es directo, perspicaz, versátil y a veces camaleónico. Esto se debe, en parte, a la variedad de recursos técnicos (digitales y manuales) y formales de los que puede echar mano gracias a su formación, a su experiencia y a su constante experimentación: fotografía, collage, fotomontaje, dibujo e ilustración, entre otros. Pero se relaciona, sobre todo, con que —según comenta— en su proceso de diseño, la conceptualización es el primer asunto a resolver con claridad, y cada camino es distinto y requiere adaptabilidad.
Lógica visual
La definición precisa de la lógica visual o visual-textual, por medio de la cual transmitirá un mensaje particular antecede, usualmente, toda decisión técnica y compositiva, aunque por supuesto toma en cuenta, desde el inicio, su arsenal de posibilidades, así como sus mismas limitaciones. Este momento del acto creativo es fundamental porque es aquí donde se asienta el potencial comunicativo y persuasivo del producto final. En él, la racionalidad, el ingenio y la intuición deben trabajar en sincronía, porque cada nuevo proyecto tiene sus aristas y desafíos específicos y no hay cabida para recetas de medidas y pesos exactos.
Es necesario recordar que uno de los requisitos para que un cartel sea eficaz, es que comunique un mensaje con nitidez, concisión e inmediatez. Básicamente todo tiene que sintetizarse y transmitirse en una imagen, en una unidad visual integral que cumpla su cometido de primera entrada, sin ninguna ambigüedad y con la mayor rapidez posible.
Resuelta la conceptualización visual, esta debe ser traducida en una solución formal adecuada para llegar al producto final. Entonces, resultan determinantes el manejo del color y de la tipografía (la letra), la decisión de usar (o no) recursos como la fotografía o la ilustración, y otros factores asociados al arte de la composición y a la comunicación visual. En esta otra parte del proceso creativo también se requiere agudeza y, valga la redundancia, creatividad.
Algunas otras características y cualidades generales de los afiches de Hernández son el uso de pocos elementos o la jerarquización adecuada de ellos para generar unidad y síntesis; la relativa simplicidad, que en ocasiones llega al minimalismo, y que esconde procesos complejos de diseño y pensamiento; el valor dado a los espacios vacíos y a los colores planos, sobre todo, a modo de fondo; la frecuencia con la que centraliza y distribuye simétricamente el elemento principal; la importancia de la tipografía —ya sea en su elección o en su diseño o dibujo ad hoc—, al punto de que a veces el texto se convierte en la imagen (o la imagen en texto); y el hecho de que detrás del camaleón se encuentra un colorista meticuloso. El último ingrediente es, tal vez, el ludismo. Por más fuerte y crítico que sea el mensaje, en los afiches de este artista siempre se desarrolla un juego.
Nota: La exposición dedicada a una colección de 40 afiches del diseñador José Alberto Hernández, se realizará en el marco de la feria Viva el Arte, la cual tendrá lugar el próximo viernes 23, sábado 24 y domingo 25, de 10 a. m. a 7 p. m., en Plaza del Sol.
La autora es historiadora y curadora independiente.