Andrey Amador cedió protagonismo en Tour de Francia cuando se asoman los Alpes
Andrey Amador tuvo una jornada tranquila, mientras la lucha por el liderato entre Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar, es cada vez más intensa en la 'Grande Boucle'.
Después de dos jornadas en las que fue protagonista en el Tour de Francia, estando al frente del pelotón, el ciclista costarricense Andrey Amador (EF Education-EasyPost) tuvo una actuación más discreta durante la etapa 13, que se corrió este viernes.
En esta ocasión, Amador cedió los focos de atención a su compañero británico James Shaw, quien formó parte de la fuga del día en una exigente etapa de alta montaña, cuando su equipo busca ganar al menos una de las fracciones.
El ganador de la etapa fue el ciclista polaco Michal Kwiatkowski del equipo Ineos, quien logró escaparse a menos de 12 km de la meta. En esta jornada, el esloveno Tadej Pogacar, del equipo UAE, recortó ocho segundos al líder danés Jonas Vingegaard, de Jumbo.
Shaw, coequipero de Andrey, quien estuvo en la fuga del día, terminó en la sétima posición, llegando a 1 minuto y 05 segundos (1:05) de Kwiatkowski, quien consiguió su segunda victoria de etapa en el Tour a los 33 años, después de su triunfo en el 2020.
El emocionante desenlace de la etapa se produjo a 800 metros de la línea de meta, cuando Tadej Pogacar (UAE) lanzó un ataque explosivo contra Vingegaard (Jumbo) y recortó segundos importantes, cuando están próximas las jornadas de alta montaña, incluyendo la etapa reina de la prueba, en la última semana de competencia.
Kwiatkowski triunfó con un tiempo de 3:17:33, sorprendiendo con un ataque en solitario y logrando mantenerse en cabeza hasta el final. Por su parte, Andrey Amador llegó en el puesto 83 con un retraso de 22:19 respecto al ganador.
En la clasificación general, Vingegaard se mantiene como líder con un tiempo acumulado de 53:48:50, seguido por Pogacar, quien ahora está a solo nueve segundos. El australiano Jai Hindley ocupa la tercera posición con un retraso de 2:51.
Mientras, Andrey Amador se encuentra en la posición 124, con una diferencia de 2:42:51 respecto a Vingegaard.
Subir y subir
A partir de este sábado, el pelotón abordará la primera de las cuatro etapas alpinas, marcando el inicio de una serie de puertos difíciles que serán un test definitivo para Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar, los dos grandes favoritos para la victoria final.
Joux-Plane, Forclaz, Col de la Loze, Côte de Domancy... Hay muchos lugares emblemáticos de la Grande Boucle que los ciclistas deben enfrentar.
Los Alpes llegan con impaciencia para algunos, como Vingegaard y Pogacar, quienes se encuentran separados por unos pocos segundos en la clasificación general, y con angustia para la mayoría de los ciclistas que ya han sudado mucho en este Tour de Francia, como en los Pirineos y el Puy de Dome.
A partir del sábado y hasta el miércoles, deberán enfrentarse a 15 ascensiones, incluyendo ocho de primera categoría y dos de categoría especial.
El Col de Cou, el inédito Col du Feu, el Col de la Ramaz y Joux-Plane están en el programa del sábado, que cubre 151 kilómetros desde Annemasse hasta Morzine.
“Será una gran lucha entre los líderes de la clasificación general. Teniendo en cuenta que es necesario equilibrar las fuerzas, ya que se puede perder todo en el descenso muy técnico hacia Morzine”, comenta Thierry Gouvenou, el arquitecto del recorrido.
El domingo se presentan los Cols de la Forclaz, de la Croix Fry, de Les Aravis y de Les Amerands, antes de la llegada a la cumbre de Saint-Gervais Mont-Blanc.
Después de un día de descanso el lunes, la aventura continúa el martes con la única contrarreloj del programa de este año, una carrera de montaña de pequeño formato (22,4 km), pero muy exigente, que incluye la Côte de Domancy (2,5 km al 9,4%), donde Bernard Hinault ganó en el Mundial de 1980.
Y para coronar todo, queda la etapa reina del miércoles. Una auténtica tortura: 5.100 metros de desnivel, la ascensión al terrible Col de la Loze, el punto más alto (2.304 m) de esta 110ª edición, después de 28 km de subida, seguida de un descenso vertiginoso sobre Courchevel para terminar con una subida al puerto con una pendiente del 18%.