Exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas vuelve a prisión tras breve hospitalización
La crisis diplomática se desató después de que Jorge Glas fuera detenido en la embajada mexicana en Quito, donde se había refugiado en diciembre, y el gobierno de México le concedió asilo.
Guayaquil. El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien estuvo hospitalizado, retornó este martes a una prisión de máxima seguridad en Guayaquil, tras ser trasladado el sábado luego de su detención durante una polémica incursión policial en la embajada mexicana en Quito, según informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI).
Glas, de 54 años, fue ingresado el lunes en un sanatorio militar del puerto guayaquileño debido a una descompensación que sufrió tras negarse a consumir alimentos durante 24 horas dentro de la cárcel conocida como “La Roca”.
El exvicepresidente “acaba de ingresar al Centro de Privación de Libertad”, informó el SNAI a través de la plataforma WhatsApp. Previamente, en un comunicado, el servicio penitenciario indicó que Glas presentaba “parámetros de salud aceptables y dentro del rango de normalidad por lo que puede recibir el alta médica”.
Vicepresidente (2013-2017) durante el mandato del exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), Glas se encuentra en el centro de una crisis diplomática con México tras su arresto sin autorización dentro de la embajada, bajo una orden de prisión emitida en el marco de una nueva investigación por el delito de peculado.
Jorge Glas fue hospitalizado por negarse a comer en medio de crisis diplomática
El exgobernante publicó en la red social imágenes de una caravana de vehículos de seguridad con un mensaje sobre su traslado de regreso a La Roca: “El retorno de Jorge Glas a La Roca, prisión de alta seguridad. Felizmente no es perseguido político… ¡Criminales!”.
Un fuerte dispositivo de seguridad rodeó el martes el Hospital Naval, donde Glas fue ingresado, según constató un periodista de esta agencia. El exvicepresidente fue detenido el viernes durante un operativo policial en la embajada mexicana en Quito, donde se había refugiado en diciembre en medio de una investigación judicial por presunto peculado en el manejo de fondos para la reconstrucción de poblados costeros devastados por un terremoto en 2016.
Ese mismo día, el gobierno de México le concedió asilo, acción que Ecuador considera “ilícita”. La entrada forzada en la sede diplomática provocó la ruptura de relaciones diplomáticas por parte del gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
La excandidata presidencial Luisa González, líder del movimiento Revolución Ciudadana liderado por Correa, denunció el martes que ni la familia ni los abogados de Glas pudieron verlo en el sanatorio. “Llevarlo a una cárcel de máxima seguridad (...) lo tienen totalmente aislado después del secuestro que se cometió con él”, expresó en una entrevista con el canal Teleamazonas.
Glas debía cumplir ocho años de prisión por condenas en dos casos de corrupción. Sin embargo, salió de la cárcel en 2022 gracias a una medida cautelar, luego de cumplir cinco años de su pena.
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