Puente de mayo: entre Francia y La Maladeta (2 respuestas)
JUEVES 2: Piau Engaly
La idea inicial era hacer Punta Suelza por la cara norte, pero empezaron a entrar nubes a cascoporro. Comprobamos las webcams de Piau y por allí estaba despejando, parecía que había cargado bien de nieve, así que optamos por asegurar el tiro.
Ya in situ comprobamos que la decisión fue acertada, pudimos aparcar la borde de las pistas y salir foqueando desde allí:
Hasta la zona media apenas soplaba el viento, las nubes iban y venían:
A partir de ahí soplaba con ganas, tuvimos que abrigarnos para terminar la subida, nieve muy venteada en la parte final de la Grand Bleu:
Un par de fotos en la bajada, donde se aprecia en las mesas lo acumulado en las últimas horas, que por arriba aún era más, y el video correspondiente:
VIERNES 3: Maladeta oriental
El día bueno en esta zona a nivel de nieve era el jueves 2, con una meteo más complicada a priori. Teniendo todo esto en cuenta y algún otro condicionante, decidimos hacer la Maladeta el viernes. Aparcamos sin problema en la Besurta, empezando a subir ya con luz natural:
La previsión se va cumpliendo, subimos con sol casi todo el tiempo y una temperatura buena para el esfuerzo que implica esta subida, con calor es asfixiante desde el principio:
Llegamos al "cruce", a la izquierda al Portillón superior, para el Aneto, y a la derecha para la Maladeta:
De todas la veces que he venido por aquí, es cuando más nieve hay, con diferencia. Llegando a la rimaya vemos que un grupo con el que hemos hablado al principio de la subida, amigos de Pajaroloco, han subido hasta la base de la Maladeta oriental. Se ganan unos metros y varios giros de bajada, así que aprovechamos la traza:
Impresionante el panorama que se extiende ante nosotros:
El pico de la Maladeta estaba bastante concurrido:
Se vuelve a comprobar que el mundo es un pañuelo, estando los dos solos ahí arriba llegó otro montañero. Tras un buen rato de charleta, que estábamos allí más a gusto que en brazos, resultó ser el forero amorilloa. Dejamos debida constancia del encuentro, aunque tuvimos que hacer dos fotos, que los selfies no dan buena perspectiva:
Pese a que había ya bastantes huellas de bajada:
Aún quedaba terreno por estrenar, nieve en polvo hasta dos mil quinientos, más o menos y, a partir de ahí, buscando orientaciones --aprovechando el conocimiento del terreno de amorilloa, que lo tiene bien trillado, después de muchos años triscando por allí-- una bajada muy rica hasta la Renclusa:
Una muestra del combustible con el que alimentamos estos cuerpos serranos:
Para el sábado se nos alinearon los astros (hasta un cierto punto) y pudimos hacer el Néouvielle como fin de fiesta. Pero esa será otra historia...