Si algo necesitaba el Barcelona después de la decepcionante semana con el empate frente al Inter de Milán y la derrota en el Clásico, era una reacción convincente frente a dos equipos de la zona alta. Dos equipos con la etiqueta de aspirantes a las posiciones europeas, una bien ganada reputación que el equipo azulgrana no ha respetado en una semana de redención. Tras superar cómodamente al Villarreal, el Athletic, sobre el papel más intenso y peleón, fue destrozado por un ciclón llamado Dembélé. El delantero francés, con goles y asistencias, desarboló al Athletic. Marcó el primero y asistió en el segundo, el tercero y el cuarto. De Sergi Roberto, desafortunadamente lesionado al final, Lewandowski y Ferran Torres, respectivamente.
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